La osteocondrosis cervical (osteocondrosis cervical) es una enfermedad degenerativa crónica de la columna, en la que se distorsiona la estructura de las vértebras, se altera la integridad de las estructuras intervertebrales y se dañan las raíces de la médula espinal.

¡Importante saberlo! La osteocondrosis no es una sentencia de muerte. Siempre existe la oportunidad de aliviar la exacerbación del proceso, así como de controlar la progresión de los cambios en la columna. En los casos más avanzados, es posible realizar operaciones neuroquirúrgicas. Sin embargo, esto no niega el hecho de que la enfermedad pueda “desencadenarse”. ¡Es muy importante consultar a un médico cuando aparecen los primeros síntomas de osteocondrosis para diagnosticar la enfermedad y prescribir medidas preventivas tempranas!
Razones para el desarrollo
La estructura anatómica de la columna sugiere la mayor movilidad en la columna cervical, y es en la columna cervical donde las vértebras son las más pequeñas. Estos dos factores hacen del cuello uno de los “puntos débiles” de la columna.
Las principales razones para el desarrollo de osteocondrosis de la columna cervical son una combinación de los siguientes factores desfavorables:
- Postura y posición del cuello incorrectas (incluso cuando se trabaja frente al ordenador).
- Elevadas cargas físicas en la columna cervical y la cintura escapular.
- Lesiones de columna...
- Cambios relacionados con la edad en el tejido de las estructuras intervertebrales.
- Dieta incorrecta, baja en vitaminas y minerales esenciales.
Cabe decir que casi todas las personas desarrollan osteocondrosis con la edad; según algunos investigadores, es “una especie de venganza por caminar erguido”. Sin embargo, en el mundo moderno, con una vida acelerada, un estilo de vida sedentario y un trabajo prolongado frente a la computadora, es la osteocondrosis cervical la que se destaca entre los problemas de la columna.
Síntomas
Los síntomas pueden variar ampliamente según el nivel de daño a la columna, la gravedad de los cambios degenerativos, las características individuales del cuerpo humano y muchos otros factores. Los neurólogos prefieren distinguir tres complejos de síntomas principales que ocurren con la osteocondrosis cervical, así como su combinación:
- Cervicalgia vertebrogénica.
- Cervicocranealgia vertebrogénica.
- Cervicobraquialgia vertebrogénica.
Según los nombres, podemos identificar los principales síntomas de la osteocondrosis cervical. Entonces, con la cervicalgia, la principal queja será el dolor directamente en el cuello; con la cervicocranealgia vertebrogénica, el dolor en el cuello también se extiende a la cabeza; Con la cervicobraquialgia, el dolor en el cuello se extiende a uno o ambos brazos, también se desarrollan calambres en el brazo, puede aparecer entumecimiento y sensación de hormigueo en los brazos. En todos los casos de osteocondrosis, pueden aparecer los siguientes síntomas: tensión en los músculos del cuello, crujidos en el cuello, limitación de los movimientos en el cuello.
Radiculopatía
En presencia de osteocondrosis grave, complicada por la presencia de protuberancias o hernias discales, se puede formar la llamada radiculopatía: una alteración del funcionamiento de una determinada raíz espinal con el desarrollo de debilidad de los músculos inervados, su pérdida de peso y trastornos de sensibilidad.
Diagnóstico y signos radiológicos.
La osteocondrosis es un diagnóstico por rayos X, ya que un cuadro clínico detallado está disponible solo en el momento de la exacerbación, mientras que los cambios en la columna pueden ocurrir con el completo bienestar subjetivo de una persona. Sin un examen de rayos X, solo podemos hablar de sospecha de osteocondrosis, porque síntomas similares pueden ser causados por otras enfermedades (miositis, neoplasias vertebrales y otras).

Para diagnosticar la osteocondrosis se utilizan los siguientes métodos de investigación: radiografía (preferiblemente con pruebas funcionales), MSCT y MRI. Este último estudio es preferible porque permite visualizar muy claramente el estado de las estructuras intervertebrales.
Los signos radiológicos de osteocondrosis incluyen los siguientes cambios en la columna:
- Altura reducida de los discos intervertebrales.
- Presencia de crecimientos óseos marginales.
- Violación de la ubicación de las vértebras entre sí.
- Deformaciones de cuerpos vertebrales y arcos, etc.
La presencia de los cambios descritos anteriormente, así como los cambios en la estructura del disco intervertebral, detectados mediante MSCT y MRI, sirven como signos confiables que confirman la presencia de osteocondrosis.
Tratamiento
El tratamiento debe ser integral y dirigido a todos los aspectos de la patogénesis de las manifestaciones clínicas. Los cambios distróficos crónicos durante las exacerbaciones provocan inflamación de las raíces de la médula espinal, lo que a su vez provoca dolor de forma refleja. El dolor es una señal para que los músculos desarrollen una reacción protectora: el espasmo muscular. El espasmo muscular acerca las vértebras y aumenta la compresión (compresión) y la inflamación de las raíces. El círculo está cerrado. Por eso es necesario eliminar la inflamación, el dolor y los espasmos musculares, y proteger las raíces de los efectos inflamatorios.

Existen métodos de tratamiento medicinales y no medicinales. Cambian en parte en presencia de predominio de ciertos síntomas, pero tienen un patrón general.
medicación
Se utilizan fármacos antiinflamatorios (aceclofenaco, ketoprofeno, meloxicam, diclofenaco, etc.), relajantes musculares (clorhidrato de tolperisona, baclofeno, tizanidina), fármacos neuroprotectores (preparaciones complejas de vitamina B y ácido tióctico).
No drogas
Incluye masajes, fisioterapia y terapia de ejercicios. El masaje para la osteocondrosis cervical alivia de manera muy efectiva los espasmos musculares, mejora el flujo sanguíneo a los tejidos de la columna, lo que reduce la gravedad del proceso inflamatorio. La fisioterapia puede tener como objetivo tanto aliviar el dolor (electroforesis con analgésicos) como aliviar la tensión muscular (corrientes diadinámicas). El ejercicio terapéutico es un método único y extremadamente eficaz de prevención de enfermedades. Puede ver un conjunto de ejercicios de fisioterapia para la osteocondrosis cervical aquí.
Remedios populares
Entre los métodos tradicionales de tratamiento, cabe destacar el uso de diversas compresas calientes a base de agua y alcohol, que pueden reducir la intensidad del dolor de cuello y reducir la inflamación. También ha demostrado su eficacia el método del "calor seco", cuya esencia es calentar sal o arena colocada en una bolsa de trapo y luego aplicarla en el lugar del dolor.
Algunos de los métodos tradicionales para tratar la osteocondrosis de la columna cervical incluyen el uso de aplicadores, dispositivos especiales o simplemente superficies de tejido recubiertas con agujas. Aplicar una presión moderada en el área del cuello, así como simplemente recostarse sobre dicha superficie durante 10 a 15 minutos, provoca una relajación refleja de los músculos cervicales y un alivio del dolor que distrae.
























